El nombre de este mineral procede de
la abreviación de columbita y tantalita, minerales que forman el coltán. De
ellos, se extrae el tantalio y el niobio, caracterizados por aguantar altas
temperaturas, por ser muy resistentes a la corrosión, además de ser grandes
conductores de electricidad,de modo que son utilizados en diferentes industrias
de aparatos electrónicos, armamentística, fibra óptica y demás, aunque el
principal sector industrial que utiliza el coltán, es el de las industrias productoras
de condensadores, microchips y otros elementos empleados para la fabricación de
teléfonos móviles, videojuegos u ordenadores portátiles.
Anteriormente, los principales focos
de extracción del coltán eran Australia, Canadá y Tailandia, con un 5%, y Brasil,
con un 10%.A partir del año 2000, debido a que comenzaron a escasear dichas
reservas de coltán, las miradas se desviaron a la República Democrática del
Congo, donde actualmente se encuentra el 80% de las reservas mundiales de este
mineral tan deseado. A modo de ejemplo de este cambio en las zonas de
extracción del coltán, nos sirve el aplazamiento del lanzamiento de la Play
Station 2, en torno al 2004, por parte de industrias Sony.
En la República Democrática del
Congo, el sistema de extracción del coltán es a través de la explotación
humana; en las minas en jornadas de hasta 15 horas, los hombres trabajan
excavando con palas grandes agujeros en hileras, posteriormente, echan agua
para verter el lodo resultante en tubos de lavado provocando que el coltán se
deposite en el fondo, debido a su peso, y así conseguir su extracción. Este
modo de extracción primitivo no ofrece ninguna calidad, ni seguridad a los
trabajadores, haciendo que corra en peligro la vida de familias y planteando un
gran dilema moral.
Pero esto no queda ahí, a la
explotación de este mineral en África, va ligada una guerra entre numerosas
facciones guerrilleras, que incluso llegan a financiarse con el mismo dinero
que resulta de la explotación. Además, el odio entre las distintas etnias que
allí se asientan, han hecho que el conflicto bélico, actualmente con
principales focos en Ituri yKivu, desde su comienzo hace algo más de una
década, se haya saldado con la vida de más de 3 millones de personas. Otras de
sus consecuencias, son aquellas tribus que han sido desterradas, la
malnutrición y muerte por enfermedades derivadas de la guerra, o la pobreza
extrema en la que conviven, tal que la República Democrática del Congo, está
situada en el puesto número 155 de 173 países según un ranking realizado por la
ONU.
Desgraciadamente esta guerra como
otras tantas, son desconocidas para la mayor parte de las sociedades
desarrolladas, por simple interés económico. Este conflicto bélico que está
matando a alrededor de mil personas al día en la República Democrática del
Congo, está siendo subvencionado por numerosas potencias económicas como EEUU,
Alemania, Bélgica o Kazajstán, quienes son los principales destinatarios de
este mineral preciado y que, indirectamente están aportando financiación a la
guerra por medio del intercambio comercial que llevan a cabo.
Se han firmado varios pactos para
tratar de acabar con el conflicto bélico, como fue el acuerdo de alto al fuego
en 2002 con Uganda y Ruanda, en 2003, se acordó un Gobierno de unidad nacional
entre las distintas facciones enfrentadas con el objetivo de conseguir una
cierta estabilización.
Desde entonces, numerosas
organizaciones internacionales vienen alertando de las numerosas violaciones a
los derechos humanos que allí se dan a diario y de los diversos conflictos que
se producen incluso después del envío de 4500 militares de la Misión de
Mantenimiento de la Paz.
Ya que estos despliegues no funcionaron
se deberían plantear otras soluciones como Códigos de Conducta para impedir que
se produzca el comercio con lugares en los que no se respetan los derechos
humanos. Otra solución sería la de fabricar nuevos teléfonos móviles, empleando
el reciclaje de otros antiguos, de este modo iría disminuyendo poco a poco el
comercio que da lugar al conflicto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario